El 67,4% de los españoles prefieren recibir las facturas (luz, gas, agua, teléfono…) en papel y, además, otro 15,7% desea que se las envíen a la vez en ambos formatos (papel y electrónico) para así aprovechar las ventajas de uno y otro. Esta es una de las principales conclusiones de una encuesta realizada por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) a 1.300 personas de todo el territorio nacional durante los meses de junio y julio, ha informado la organización en un comunicado. El estudio destaca que un porcentaje importante piensa que no es fácil el cambio: uno de cada cinco ha tenido algún problema a la hora de elegir el tipo de factura que recibe. El sondeo refleja diferentes comportamientos de consumo de internet y, por tanto, de aceptación de las nuevas facturas, dependiendo de la edad y del sexo del encuestado. Así, el colectivo de 30 a 39 años es el que más prefiere este tipo de facturación puesto que son los más adaptados a las nuevas tecnologías y los que menos costumbre tienen de almacenar papel. Sin embargo, ni siquiera los jóvenes aceptan el hecho de que las empresas unilateralmente elijan la facturación electrónica en lugar del papel. La encuesta refleja que el 75% prefiere que se les pregunte y sean ellos los que decidan uno u otro formato. Es más, un 20% quieren ser ellos los que pidan a la empresa el cambio. Lo que muy pocos desean -no alcanza el 5 por ciento- es que no se les pregunte. Comodidad, seguridad, fiabilidad, costumbre y evitar el abuso de internet son las respuestas más utilizadas para dar preferencia al papel. Más del 30% de los encuestados eligen la comodidad, la seguridad y la costumbre como razones prioritarias. Aquellos que prefieren el formato electrónico lo hacen principalmente por motivos ecológicos (un 55 por ciento), en mayor medida las mujeres que los hombres, así como por ahorro de papel y de espacio. FUCI recuerda que actualmente el Gobierno está dando preferencia a la factura electrónica frente a la de papel y pide que el consentimiento deba ser siempre expreso para la recepción en formato electrónico y que, en ningún caso, se pueda cobrar por uno u otro formato. «Actualmente vemos cómo el consumidor está obligado de facto a aceptar la factura electrónica. Podemos observar alguna compañía telefónica que cobra la factura en papel en las nuevas tarifas. Esta medida pone en riesgo la libertad de elección del consumidor, que por una u otra razón sigue prefiriendo la factura en papel», asegura el presidente de la Federación, Gustavo Samayoa.
Boletín ASPAPEL, 1 de octubre 2013